Las pelotas de pelo y las esponjas de acero, las hormigas y las cucarachas, el Frijol, la Pascua y la cena de Navidad

De niña tenía mucho miedo a dos cosas: pelotas de pelo y esponjas de acero. ¿Saben aquellas pelotas que hacemos con el pelo que cae cuando nos peinamos? Yo no podía ver una pelota de pelo que salía corriendo. Cuando empecé a andar mi família ponía esponjas de acero en las cosas. Yo no llegaba cerca de nada ni de ningún lugar donde tuviera una esponja de acero. Lo más divertido es que todos los nños de mi familia tenían miedo a las pelotas de pelo y a las esponjas de acero.




De niña me gustaba matar hormigas ahogadas. Salía agarrando las hormigas por la caa y las ahogaba. Yo era un poco mala. Ah, y como todos saben, las cucarachas son difíciles de matar. Entonce yo las ponía de boca arriba (afuera de la casa, claro) porque a´s las cucarachas no consiguen más moverse. Y las hormigas carnívoras las comen vivas. Hoy no ahogo más a las hormigas 9las mato más rápidamente), pero todavía dejo las cucarachas de boca arriba para que se las coman vivas.




De niña tenía un muñeco que se llamaba Frijol. Todos los días cuando mi padre llegaba del trabajo le daba una paliza a Frijol.Yo lloraba mucho y le pedía que no pegara a Frijol. Después de un tiempo yo escondia Frijol de mi padre. y él siempre me preguntaba dónde estaba el muñeco para el darle una paliza. Esto aconteció hasta que me cansé de Frijol y mi madre lo dio a alguien.



Mi padre hizo que las Pascuas de mi niñez fueran las más aburridas de todas. A él no le gusta que los niños crean en el conejito de la Pascua. Enyonces él compraba el huevo y lo dejaba encima del armario. Yo miraba el huevo y me imaginaba porqué el huevo había llegado antes. Cuando llegaba el domingo de Pascua él me daba el huevo y dejaba claro que era él y no el conejo que me estaba dando el huevo. ¡Ah, qué cosa más desinteresante! Hasta hoy le regaño a mi padre por eso.




Yo adoro las Navidades.Adoro ayudar a hacer la cena, hacer la decoración, arreglar el árbol de Navidad... A mí padre no le gustan las Navidades ni el plato principal de la cena de Navidad que el pavo. En una Navidad él dijo que iba a hacer la cena.¡Y él hizo pescado! ¡Por Dios! Nadie come pescado en las Naviaddes. Y no me gusta el pescado. ¡Qué rabia! Después de eso nunca más lo dejé hacer la cena de Navidad.